El traumatismo orbitario es una lesión frecuente que suele ocurrir haciendo deporte, en accidentes de tráfico, por caídas o agresiones físicas. En este artículo explicamos los daños que puede causar esta lesión, cómo los tratamos y cuál es especialista con el que tendremos mayores garantías.

La órbita es básicamente la cuenca del ojo, una cavidad ósea con unas paredes muy finas. Al ser una estructura delicada debemos tener mucho cuidado para no recibir un golpe en el ojo. Pero si ocurre, lo primero que debemos hacer es ver al médico para que evalúe si la visión se ha visto afectada y si hemos sufrido alguna otra lesión interna.

¿Qué hacer cuando se sufre un golpe en el ojo?

Lo ideal es acudir al oftalmólogo, es el médico especialista en cualquier problema ocular. Lo primero que hará será una serie de pruebas para determinar si la visión se ha visto afectada. Para descartar lesiones internas además será necesario una prueba de imagen o TAC orbitario.

Un golpe en el ojo puede afectar tanto la superficie del ojo como a la estructura orbitaria. Una lesión en el párpado o en la vía lagrimal se debe reparar cuanto antes, de lo contrario la superficie ocular no estará protegida adecuadamente. Las lesiones internas no siempre requieren cirugía y en algunos casos es mejor esperar, a continuación veremos en qué casos es necesario pasar por el quirófano.

Tratamiento del traumatismo orbitario

Si después del golpe no podemos mover el ojo con normalidad o tenemos cierta dificultad. Si el ojo parece más hundido o sobresale de su posición habitual (Enoftalmia). Si al abrir la boca notamos un dolor intenso en la mejilla o ésta parece aplanada. Entonces es probable que hayamos sufrido algún tipo de fractura orbitaria, que además va acompañada de inflamación y hematomas.

Cuando se sufre un traumatismo orbitario se pueden ver afectados los músculos que mueven el ojo o fracturar los huesos que rodean el globo ocular. Por ejemplo, una de las lesiones más frecuentes es el blowout, una fractura explosiva ocasionada por un fuerte golpe. En tales casos la rotura de hueso orbital puede producir un pinzamiento que bloquee el movimiento de los músculos.

Ante estos traumatismos la única solución es una cirugía de órbita donde liberamos el músculo y restauramos la pared orbitaria. No obstante, en muchos casos de traumatismo orbitario no es necesaria la cirugía. De hecho, dependiendo del caso puede ser conveniente esperar un tiempo antes de decidir si se opera. Principalmente para ver cómo avanza la recuperación y cómo queda el ojo al bajar la inflamación.

El mejor resultado en una cirugía de fractura de órbita lo puede obtener un oftalmólogo con formación en oculoplastia. El Doctor Juan Martínez Gutiérrez es especialista en Oftalmología y en Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Si lo desea, ahora puede pedir más información o cita en Málaga, Marbella o Granada.

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